a)    TRANSPORTE

El cuidado en el transporte de la flor comienza desde que salen las cajas de la plantación; si no contamos con un camión refrigerado, vamos a llevar las cajas a una temperatura que va a obligar  las rosas a abrir sus estomas acelerando su transpiración, un aumento en 5 grados por encima de su temperatura optima (que es entre 2-4 grados) ya causa perdidas de calidad.

Según algunas investigaciones, las rosas cortadas envejecen mas rápido cuando crece la tasa respiratoria y esta aumenta con el incremento de la temperatura.

El siguiente punto a cuidar con respecto a los cambios de temperatura, es lo referente al manejo de la flor en  la aerolínea; hay empresas que manejan la flor de una manera muy profesional, pero las hay que dejan la carga a la intemperie en soles descomunales, por ejemplo, en Miami o en Aruba según el destino y esto, obviamente, hace que la flor transpire aceleradamente e inclusive las hojas llegan como si hubieran sido cocinadas. En este punto hay que ser muy estricto con la empresa transportadora, respecto a los contratos que se hagan, muchas veces solo cobrándoles la carga mal manejada, mejoran sus procesos. Por esto, la importancia de poner un termógrafo periódicamente dentro de las cajas.

Para asegurar un transporte sin daños mecánicos a la flores, es necesario un buen  zunchado tanto interno como externo, que impida que los ramos se deslicen en  las cajas y se lastimen las puntas de las flores; en las rosas de igual manera la distancia que debe haber entre la punta de los pétalos  y el borde de los capuchones debe ser por lo menos de 5 cms. y el capuchón debe quedar suficientemente apretado para que no se corran, de tal manera que  el borde del capuchón las proteja  de los daños en las puntas.

Esto nos lleva a lo siguiente:

UNA ROSA QUE SE MALTRATA EN LAS PUNTAS DE SUS PETALOS, ESTA PRACTICAMENTE PERDIDA.

 

Hay variedades más delicadas que otras, lo cual veremos adelante; si el productor no conoce esto, comete el error de manejarlas igual, cuando con un pequeño cambio, por ejemplo en su empaque,  hace la diferencia entre ofrecer un producto a ciegas y uno con su conocimiento total.